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Inmunidad de células CD

Basado en la literatura actual, las células CD57+ son un parámetro de laboratorio pronóstico durante y después del tratamiento de la enfermedad de Lyme crónica.

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La evaluación del estado inmunológico con células CD3+/CD56+/CD57+ y CD19+

La evaluación del estado inmunológico es crucial, especialmente en casos de infecciones virales, bacterianas o crónicas sospechosas, así como en deficiencias inmunitarias. Analizar la respuesta inmunitaria celular a través de las células NK CD3+/CD56+/CD57+ proporciona información importante sobre el estado de salud actual. De manera similar, la determinación de los linfocitos B CD19+ ofrece una visión detallada del sistema inmunológico humoral. Estos dos parámetros brindan información valiosa sobre el sistema inmunológico y ayudan en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades. A continuación, se explicarán con más detalle las funciones y la importancia de estas células, así como su relevancia clínica.

Desarrollo y función de las células T y las células asesinas naturales (NK)

Los linfocitos se desarrollan a partir de células precursoras ubicadas en la médula ósea. Las células B se originan en la médula ósea y las células asesinas naturales (NK) migran directamente a la periferia desde allí. Las células T, sin embargo, migran desde la médula ósea al timo, donde pasan por una selección positiva y negativa. Se desarrollan en células T naïve, que aún no han encontrado antígenos, y patrullan entre la sangre y los tejidos linfáticos. Las células T asesinas naturales son otra línea celular T que se desarrolla en el timo y tiene un receptor, además del receptor de células T, que reconoce antígenos glicolípidos de origen bacteriano.

Las células T (linfocitos CD3+) reconocen antígenos a través de su receptor de células T y del cofactor CD3 e inducen o regulan la defensa inmune innata. Las células T están aumentadas en infecciones virales (por ejemplo, rubéola) y bacterianas (en la fase de recuperación), así como en infecciones fúngicas (por ejemplo, Pneumocystis, Candida), fiebre tifoidea, leucemias de células T y linfomas, y en fumadores. Las células T reducidas se encuentran en defectos inmunitarios congénitos (síndrome de DiGeorge, SCID, síndrome de Wiskott-Aldrich, ataxia telangiectasia/síndrome de Louis-Bar) y adquiridos (enfermedades malignas, enfermedades infecciosas, por ejemplo, SIDA, tuberculosis), después de la radiación y medicación con inmunosupresores (por ejemplo, glucocorticoides), citostáticos o esteroides, en enfermedades hepáticas crónicas (por ejemplo, cirrosis hepática, esteatohepatitis alcohólica y no alcohólica, hepatitis C), quemaduras, lupus eritematoso sistémico (LES) y otras enfermedades autoinmunes, síndrome de Cushing, insuficiencia renal y anemia por deficiencia de hierro.

Papel de las células T (linfocitos CD3+) y las células NK (CD3-CD16+/CD56+/CD57+) en el sistema inmunológico y su significancia clínica.

Las células T (linfocitos CD3+) reconocen antígenos a través de su receptor de células T y el cofactor CD3, induciendo o regulando las respuestas inmunitarias celulares. Se observa un aumento de células T en infecciones virales (por ejemplo, rubéola) y bacterianas (durante la fase de recuperación), así como en infecciones fúngicas (por ejemplo, Pneumocystis, Candida), fiebre tifoidea, leucemias de células T y linfomas, así como en fumadores. Las células T reducidas se encuentran en deficiencias inmunitarias congénitas (síndrome de DiGeorge, SCID, síndrome de Wiskott-Aldrich, ataxia telangiectasia/síndrome de Louis-Bar) y adquiridas (enfermedades malignas, enfermedades infecciosas, por ejemplo, SIDA, tuberculosis), tras exposición a radiación y medicación con inmunosupresores (por ejemplo, glucocorticoides), citostáticos o esteroides, en enfermedades hepáticas crónicas (por ejemplo, cirrosis hepática, esteatohepatitis alcohólica y no alcohólica, hepatitis C), quemaduras, LES y otras enfermedades autoinmunes, síndrome de Cushing, insuficiencia renal y anemia por deficiencia de hierro.

Las células asesinas naturales (células NK, CD3+/CD16+/CD56+/CD57+) son células efectoras del sistema inmunológico innato. Matan células tumorales y células corporales infectadas por virus al inducir su apoptosis. Se observa un aumento de células NK en infecciones virales, infecciones por micoplasma o tras estimulación inmune relacionada con fármacos, así como en leucemia de células NK (rara). Las células NK disminuidas se encuentran en el crecimiento tumoral progresivo, en fumadores, durante el ejercicio físico y durante una dieta baja en calorías.

Las células CD57+, como un subconjunto de células NK, pueden estar aumentadas en infecciones virales crónicas como CMV, VIH, hepatitis C y el virus de Epstein-Barr.

Linfocitos CD19

Linfocitos B y su Importancia en las Respuestas Inmunitarias EspecíficasLos linfocitos B son esenciales en las respuestas inmunitarias específicas. En este proceso, los linfocitos B controlan la respuesta defensiva del cuerpo basada en anticuerpos.

A través de inmunoglobulinas (Ig) en la superficie celular, los linfocitos B pueden reconocer antígenos específicos. Estos antígenos son proteínas ajenas al cuerpo.

Además de las inmunoglobulinas, los linfocitos B tienen otros marcadores en la superficie de la membrana que se utilizan para identificar subtipos de células B (diferenciación de linfocitos). Los marcadores de superficie más comunes de los linfocitos B son CD19, CD20 y CD21.

Estructura y Regulación de la Expresión de CD19

CD19, como miembro de 95 kDa de la superfamilia de inmunoglobulinas expresado exclusivamente en linfocitos B, se clasifica como una proteína transmembrana tipo I, con un único dominio transmembrana, un C-terminal citoplasmático y un N-terminal extracelular. CD19 es un co-receptor crítico para la transducción de señales del receptor de antígenos de células B (BCR). La densidad en la superficie de CD19 está altamente regulada a lo largo del desarrollo y maduración de las células B, hasta la pérdida de expresión durante la diferenciación terminal en células plasmáticas. La expresión de CD19 en células B maduras es 3 veces mayor que la encontrada en células B inmaduras, con una expresión ligeramente superior en células B1 que en células B2 (B convencionales).

CD19 como Marcador para la Respuesta Inmunitaria Humoral

Las células B (linfocitos CD19) son un subgrupo de linfocitos y pueden medirse cuantitativamente en la sangre como parte del tipado de leucocitos (determinación del estado inmunológico). Las células B cumplen su función dentro del marco del llamado sistema inmunitario humoral (producción de anticuerpos).

La importancia del marcador CD19 radica en que permite el análisis de los linfocitos B, que son responsables de las respuestas inmunitarias humorales.

CD19 es uno de los biomarcadores de superficie más confiables para los linfocitos B, y desempeña un papel importante en la expansión y función normal del grupo de células B periféricas. Contribuye a mantener el equilibrio entre la respuesta humoral inducida por antígenos y la inducción de tolerancia, ya que incluso pequeñas modulaciones en la expresión de CD19 pueden impactar los umbrales de señalización de células B y afectar dramáticamente la sensibilidad y especificidad de la inmunidad mediada por células B.

Interpretación de los Valores de CD19 en el Contexto de las Funciones de las Células B

  • Altos números de células B absolutas CD19+ pueden ser un signo de estimulación general de linfocitos B: infección viral actual (infección temprana por EBV), infección reciente por bacterias, enfermedad autoinmune, linfadenopatía.
  • Bajos números de células B absolutas CD19+ pueden ser un signo de linfocitopenia general de células B: deficiencias inmunitarias celulares, situaciones estresantes, terapias con cortisona o con anticuerpos que eliminan células B. Las quimioterapias, radioterapias, infecciones con patógenos que dañan el sistema inmunológico y niveles elevados de biomarcadores de micotoxinas pueden ser la causa de bajos niveles de CD19.

Información adicional sobre células CD

Las células CD57+ documentan el grado de inmunosupresión en las infecciones crónicas por Borrelia. Según la literatura actual, las células CD57+ son, por lo tanto, un parámetro de laboratorio pronóstico durante y después del tratamiento de infecciones crónicas por Borrelia. La investigación clínica y los estudios de casos han demostrado que las infecciones crónicas por Borrelia se acompañan de cambios en la respuesta inmune celular. La evidencia de esto incluye una reducción en el número de células asesinas naturales (NK/CD3-CD56+), especialmente un menor número absoluto de células NK activadas (CD3-CD56+CD57+). Mientras que las infecciones agudas por Borrelia burgdorferi y otras enfermedades muestran parámetros normales de CD57, los pacientes con infecciones crónicas por Borrelia a menudo tienen menos de 100 células CD57+ por microlitro. Según estudios científicos, un número absoluto reducido de células CD57+ se observó principalmente en pacientes cuyo sistema nervioso estaba afectado. Los pacientes con quejas musculoesqueléticas tenían más probabilidades de tener células CD57+ normales. El número reducido de células CD57 persiste hasta que se logra una mejoría en los síntomas a través del tratamiento con antibióticos u otras formas de terapia.

Los pacientes mayores con condiciones médicas subyacentes como hipertensión, problemas cardíacos, diabetes, cáncer, otra infección activa y/o individuos con inmunosupresión pueden tener una mayor probabilidad de experimentar un curso más severo de COVID-19 [1],[2],[3],[4]. Por lo tanto, en casos sospechosos, recomendamos una evaluación adicional del estado inmunológico celular (CD3+) y de las células asesinas naturales (CD56+/CD57+).

Infecciones virales agudas, infecciones virales crónicas, infecciones bacterianas, inmunodeficiencias, inmunoestimulación

Infecciones virales, infecciones bacterianas, infecciones fúngicas, parasitosis, alergias, deficiencia de hierro, enfermedades hepáticas (causadas por toxinas, incluidas las micotoxinas), enfermedades autoinmunes, neurodermatitis, niveles elevados de linfocitos, niveles reducidos de linfocitos

Referencias:

[1] Okba et al. medRxiv 2020.03.18.20038059; doi: 10.1101/2020.03.18.20038059;

[2] Risk of COVID-19 for patients with cancer; Hanping Wang, Li Zhang; Published:March 03, 2020

[3] The Novel Coronavirus Disease (COVID-19) Threat for Patients with Cardiovascular Disease and Cancer; Sarju Ganatra, MD, Sarah P. Hammond, MD, Anju Nohria, MD; 18 March 2020

[4] T.M. Rickabaugh, R.D. Kilpatrick, L.E. Hultin et al.: The dual Impact of HIV-1 infection and aging on naïve CD4+ T-cells: additive and distinct patterns of impairment. PLoS One, 2011, 6(1) e16459.

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C.M. Nielsen, M.J. White, M.R. Goodier, E.M. Riley, Functional siginificance of CD57 expression on human NK cells and relevance to disease, Front Immunol. 2013; 4: 422

Wang, K., Wei, G. & Liu, D. CD19: a biomarker for B cell development, lymphoma diagnosis and therapy. Exp Hematol Oncol 1, 36 (2012).

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